Los mitos urbanos para madres primerizas más comunes en Colombia
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Estamos en mayo y en Colombia es una fecha muy especial, pues es el mes dedicado para celebrarle a las madres, esas mujeres guerreras que día a día dan ejemplo de tenacidad y valentía sacando adelante a sus hijos. En este mes celebramos a esas mujeres que nos muestran que no hay amor más grande y puro que el de ellas.
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En Canal1.com.co queremos rendir un homenaje a esas madres que nos enamoran cada día con su ternura y “berraquera”, por eso aquí te contamos algunos de los mitos urbanos que crecen alrededor de las madres primerizas, con apoyo de las costumbres de las abuelas.
1. Soplar la “mollera” de los bebés para que respiren
La fontanela, comúnmente conocida como “mollera” es una parte blanda de la cabeza del bebé que se siente suave al tacto, dado que esta parte del recién nacido no cuenta aún con formación ósea, esto se debe a que los huesos del cráneo del bebé aún no han cerrado por completo.
Un de los mitos urbanos más comunes es que los bebés respiran por esta apertura en el cráneo, razón por la cual muchas madres cuando sienten que el bebé se ahoga al comer, deciden soplar levemente ahí para hacer que respiren.
2. No dejar que nadie levante o coja al bebé
Muchas madres primerizas reciben como consejo de sus abuelas o personas conocidas no permitir que el bebé sea alzado por personas externas a la familia más cercana, esto, según la creencia para evitar que el niño sea puesto en situación de vulnerabilidad y pueda adquirir aluna enfermedad leve o resfriado.
Esta creencia también se asocia a que el bebé no se malcríe y no se acostumbre al “canto” si se tiene mucho tiempo alzado en brazos. Todo depende de los cuidados y en realidad quienes no lo deberían alzar es aquellos que tengan alguna enfermedad infectocontagiosa.
3. No tener movimientos bruscos o el bebé se “descuaja”
Muchas madres e incluso muchas abuelas y personas externas a la maternidad creen que los niños tienen “cuajo”, uno de los cuatro estómagos de las vacas y se cree que este “cuajo” durante un susto, con algún movimiento fuerte o golpe, se bajaría y provocaría malestar general y diarrea en el niño.
La solución más frecuente a este mal consiste en llevar al niño donde una ‘sobandera’, como su nombre lo dice, es una persona experta en “sobar” y mejorar lesiones en el cuerpo.
Esta persona examina al niño tomándolo por los pies y mide sus extremidades, si una está más larga que la otra, el niño estaría ‘descuajado’ y debe ser “sobado” para poner el “cuajo” en su lugar y así frenar la diarrea, aliviar la deshidratación y mejorar el estado general del niño.
4. Poner un algodón con saliva para curar el hipo
El hipo es uno de los “dolores” más comunes y que más aquejan a los bebés. Aunque es muy común y no hay porqué alarmarse si un bebé tiene hipo, es común que muchas madres recurren a poner un pedacito de papel, un hilo o algodón mojado con la saliva en la frente del niño.
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5. Camiseta roja hecha con tela de bayetilla
Muchas madres creen que al poner a sus hijos en camisas rojas contribuyen a que los niños no sufran ni se vean afectados por problemas respiratorios. Especialmente si dichas prendas de vestir están hechas con tela de bayetilla, un tipo de tejido grueso en lana afelpada que brinda calor al cuerpo del pequeño.