¿Por qué expertos aseguran que la IA tiene un impacto medioambiental?
Esta tecnología consume hasta 30 veces más energía que los motores de búsqueda convencionales.
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En un mundo cada vez más digitalizado, la Inteligencia Artificial (IA) generativa ha captado la atención por su capacidad para crear contenido nuevo y responder a consultas complejas. Sin embargo, detrás de esta innovación tecnológica se esconde un importante desafío medioambiental.
Según la investigadora canadiense Sasha Luccioni, esta tecnología consume hasta 30 veces más energía que los motores de búsqueda convencionales.
En una reciente entrevista con la AFP durante la conferencia ALL IN en Montreal, la experta destacó su preocupación por el creciente uso de la IA generativa para tareas tan comunes como las búsquedas en internet.
El consumo energético de la IA
A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, que simplemente extraen información, los modelos de IA generativa crean nuevos datos.
Esto implica un proceso mucho más complejo y, por tanto, un mayor consumo de energía.
Los modelos de lenguaje detrás de estas IA requieren una inmensa potencia de cálculo para entrenarse con miles de millones de conjuntos de datos, lo que demanda servidores potentes y mucha electricidad.
El impacto es significativo. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en 2022 los centros de datos relacionados con la IA y el sector de criptomonedas consumieron 460 TWh de electricidad, lo que representa el 2% de la producción mundial de energía.
Este incremento plantea serias preocupaciones sobre el futuro impacto climático de estas tecnologías.
El costo energético de la IA
Un estudio reciente de Luccioni demostró que crear una imagen de alta definición utilizando IA consume tanta energía como recargar completamente la batería de un teléfono móvil.
Con la creciente integración de esta tecnología en diversos dispositivos y plataformas, es crucial educar al público sobre sus verdaderos costos energéticos.
Lejos de oponerse a la inteligencia artificial, Sasha Luccioni defiende la necesidad de aplicar un enfoque de sobriedad energética.
“No se trata de rechazar la IA, sino de usarla de manera más inteligente y responsable”, concluyó.
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