Así ayudan las mascotas a mantener saludables a las personas mayores

Un reciente estudio ha puesto en evidencia los beneficios que tiene tener un perro para la salud de los adultos mayores, particularmente refiriéndose a  la actividad física.

Según diferentes investigaciones, ser dueño de un perro no solo mejora el bienestar emocional, sino que también incrementa la probabilidad de cumplir con los niveles de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

El profesor Daniel Mills, uno de los expertos involucrados en la investigación, señala que con el paso de los años es común que las personas se vuelvan menos activas, lo que puede afectar su salud. Sin embargo, al mantenerse en movimiento, se pueden mejorar varios aspectos de la calidad de vida. “A medida que envejecemos, tendemos a andar un poco más lento. Al mantenernos activos, podemos mejorar nuestra salud en general y nuestra calidad de vida”, explica Mills.

Aunque no se han determinado todos los factores que fomentan la actividad en los adultos mayores, el estudio se centró en evaluar si tener un perro podría ser un factor clave para aumentar su actividad física.

Los resultados del estudio, dirigidos por la Dra. Philippa Dall, muestran que los dueños de perros caminaban en promedio 20 minutos más al día que aquellas personas sin mascotas. Además, esta caminata extra se realizaba a un ritmo moderado, lo que es clave para cumplir con las recomendaciones de la OMS de al menos 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa por semana.

“Este incremento de 20 minutos diarios puede ser suficiente para cumplir con las pautas de la OMS. Estos hallazgos representan una mejora significativa en la actividad física gracias a pasear un perro”, asegura la Dra. Dall.

Por su parte, la investigadora Nancy Gee resalta la importancia de los perros en la vida activa de los adultos mayores. “Poseer un perro cumple una función importante en la actividad de caminar entre adultos mayores. Encontramos un método objetivo para monitorear la actividad que funcionó muy bien. Recomendamos que futuras investigaciones incluyan la posesión de un perro y el paseo como variables clave en estudios sobre salud y envejecimiento”, comentó. Para los expertos, aunque la posesión de un perro no sea el foco principal de muchos estudios sobre actividad física, no debe ser subestimada como un factor significativo para mejorar la salud de las personas mayores.

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Con información de EFE