River Plate goleó 8-0 al Wilstermann de Bolivia y es semifinalista de la Libertadores
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El equipo de la banda cruzada mostró su jerarquía copera y apabulló por 8 goles a 0 al equipo boliviano Jorge Wilsterman y se clasificó a las semifinales de la Copa Libertadores de América.
Con cinco goles de Ignacio Scocco, el argentino River Plate se clasificó este jueves a las semifinales de la Copa Libertadores de América 2017 al humillar con un 8-0 en Buenos Aires al boliviano Jorge Wilstermann, con el que había perdido 3-0 en el duelo de ida de los cuartos de final.
Scocco (9, 13, 19, 46, 58 minutos) disfrutó una noche inmensa al anotar cinco goles en el estadio Monumental, en una paliza que se completó con tantos de Enzo Pérez (36, 66) e Ignacio Fernández (53).
River selló la serie de cuartos de final con un 8-3 sobre Jorge Wilstermann, al que no le alcanzaron los tres goles anotados hace una semana en los 2.500 metros de altitud de Cochabamba.
El ‘millonario’ se enfrentará en semifinales con el vencedor del cruce entre los argentinos Lanús y San Lorenzo, con ventaja parcial del ‘Ciclón’, ganador en la ida por 2-0.
Obligado por la necesidad de revertir una enorme desventaja, Marcelo Gallardo no dudó en emplear un planteo ultraofensivo en la formación de River con tres delanteros y tres defensores; del otro lado, Roberto Mosquera no tuvo empacho en poblar la retaguardia boliviana con cinco hombres y cuatro volantes.
Quedaba por saber cuánto podría durar la resistencia que iba a plantear el conjunto boliviano, pero River no le dio tiempo y se arrojó encima del campo visitante, y tardó apenas 25 segundos en hacer su primer remate al arco, un tiro de media distancia de Nacho Fernández que no tuvo consecuencias, pero que sirvió de preludio para lo vendría poco después.
Con un fútbol vertiginoso y agresivo en todos los sectores, River arrinconó a Wilstermann, y antes de los diez minutos anotó el primer gol tan esperado, en un contraataque que tomó muy mal parada a la defensa boliviana, y en el que Scocco no tuvo problemas para eludir a dos rivales muy lentos y al arquero para abrir la cuenta con el arco vacío.
En un abrir y cerrar de ojos, River entendió que la misión podía ser mucho más fácil de lo imaginado, y se arrojó sobre su rival con la voracidad de un tiburón que olfateó sangre, y así el Monumental se vistió de fiesta con una catarata de goles.
Scocco, iluminado a pleno, anotó el 2-0 en una magnífica acción individual, ya que recibió un centro desde la derecha, enganchó dos veces y metió un zurdazo potente que le rompió las manos a Olivares.
En menos de quince minutos River ya estaba a un paso de anotar los tres goles que necesitaba, y no debió esperar mucho más para el 3-0, que llegó desde un lateral en el sector izquierdo del ataque, con una defensa boliviana que se durmió; Martínez sacó rápido y habilitó a Scocco, que remató de derecha y la pelota entró por el segundo palo.
La resistencia de Wilstermann se derrumbó ante el primer soplido, como un castillo de naipes, y River pisó el acelerador, dispuesto a mostrar sus credenciales de candidato a campeón y a cobrarse con fuertes intereses la goleada recibida la semana pasada en Cochabamba.
Scocco dio la asistencia para el gol de Enzo Pérez que permitía cerrar el primer tiempo ya con cuatro goles de distancia y la clasificación asegurada, frente a un Wilstermann que no lograba llegar al área local, en una de las noches más tranquilas que debe haber pasado el arquero Germán Lux en su carrera.
Y sigue la lluvia de goles
Cualquier atisbo de reacción que pudo haber tenido Wilstermann se cayó en el arranque de la segunda mitad, con un quinto gol que llegó antes del minuto: Auzqui desbordó y sirvió el centro atrás para que el implacable Scocco tocara ante el arco vacío, y allí sí, con el 5-0, ya no había modo de que la fiesta se alterara en el Monumental.
Lo que siguió fueron casi 45 minutos en los que River se floreó con el sexto gol, que anotó Nacho Fernández con un remate rasante luego de otro desborde de Auzqui, y el séptimo, anotado por Scocco tras el rebote que dio Olivares luego de un tiro de esquina, mientras que Enzo Pérez convirtió el octavo luego de una corrida enorme de un área a la otra.
Así, River demostró su capacidad para reponerse luego del castigo que había recibido en la ida, y exhibió una vez más su determinación para ir en busca de la Copa Libertadores por cuarta vez en la historia, luego de aplastar a un Wilstermann que en el Monumental naufragó como un barquito de papel debajo de una lluvia de goles.
AFP